lunes, 19 de noviembre de 2007

Batalla.

El lejano sonido de los truenos resuena en mi cabeza. Hoy la lluvia será nuestra compañera en la batalla. 


Compruebo la armadura en busca de imperfecciones y cicatrices de anteriores encuentros. Una hombrera caída, un guantelete mal ajustado o un cinto desgastado podrían ser el final. Ajusto las coletas para que no molesten durante el combate ni acaben cortadas por un arma esquivada.


Desenvaino las espadas lentamente, embriagándome del canto de las hojas, disfrutando de la vibración transmitiéndose hasta mis manos, mientras susurran su voluntad, la mía, la de los antepasados que repitieron el ritual antes que yo, la de los descendientes que deseen seguir el camino de la guerra.


A lo lejos puedo oír a los enemigos, terminando sus preparativos, elevando, en sus ininteligibles idiomas, cánticos a sus dioses o su valor. Escoria, su sangre limpiará mis armas y alimentará mis deseos de destruirles. Puedo olerlo, sentirlo, el éxtasis de violencia, metal y gritos que se avecina. No hay temor, el miedo sólo lleva a la muerte, y aún no es mi día.


Guardo y aseguro las espadas. El emisario acaba de llegar de hablar con su homólogo, con el rostro tapado por una capucha y la frustración de no poder evitar el conflicto. Justo lo que esperaba.


Las órdenes están dadas, las tropas en fila y las almas a buen recaudo. Es hora de bailar al son de los tambores de guerra. Grito al cielo y, junto a mis compañeros, inicio la carga hacia mis oponentes. Estoy impaciente, deseo saber si la muerte me reclamará o a los que se enfrenten a mí. Con la primera embestida desenvaino y atravieso con ambas armas la cintura del primer enemigo. 


La sensación de la sangre de otros en mi rostro ratifica lo único que me da tiempo a pensar entre golpe y golpe: nací para este momento.



Fragmento del diario de Cleotilde.


Dedicado a l@s compañer@s del WoW, tanto presentes como futur@s ^^. Por aguantar día a día por el TS mis cabreos, y por otras muchas cosas que sólo os puedo decir en privado.


Un saludo, disfrutad de la nueva semana que se avecina.

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